Quizás a muchos de nosotros nos pasa lo mismo: tener una gran sensación de soledad en medio de una multitud. Estar todo el día rodeado de gente y sentirte aislado. Agobiarte un sentimiento de incomunicación que no aumenta, precisamente, nuestro optimismo.
Los días se transforman en una rutina; te levantas a la misma hora, los mismos días, vas a trabajar, desarrollas el trabajo sin hablar realmente con nadie, aunque las palabras necesarias para tu curro salgan de tu boca, pero hablar, comunicarte, no lo has hecho con nadie. Luego llegas a casa, cenas, pones la caja tonta, te tumbas en la cama y al día siguiente suena otra vez el despertador. Cada día te parece el mismo (¿habéis visto "Atrapado en el tiempo/El día de la marmota"?). El mismo café con leche, el mismo recorrido, el mismo trabajo, el mismo horario, la misma gente invisible pues sus caras se difuminan entre todas...
Los días se transforman en una rutina; te levantas a la misma hora, los mismos días, vas a trabajar, desarrollas el trabajo sin hablar realmente con nadie, aunque las palabras necesarias para tu curro salgan de tu boca, pero hablar, comunicarte, no lo has hecho con nadie. Luego llegas a casa, cenas, pones la caja tonta, te tumbas en la cama y al día siguiente suena otra vez el despertador. Cada día te parece el mismo (¿habéis visto "Atrapado en el tiempo/El día de la marmota"?). El mismo café con leche, el mismo recorrido, el mismo trabajo, el mismo horario, la misma gente invisible pues sus caras se difuminan entre todas...
Tocando este tema he conocido, a través de Sincrono, un delicioso cortometraje (12'), "Signs", creado por la agencia Publicis y @RadicalMediaMojo y dirigido por Patrick Hugbes, sobre el aislamiento, la comunicación y sus diferentes lenguajes. (Se puede ver sin volumen, pues únicamente tiene música y sonido ambiental. No hay palabras).
A mi me ha encantado. Si no lo conocéis, ¡Que lo disfrutéis!
Gracias amigo, impresionante.
ResponderEliminarA mi me ha dejado una sonrisita tontorrona cuando lo he visto...
ResponderEliminaranda me he sonreido.
ResponderEliminarque tal?
TIENES PREMIOS EN MI BLOG
Es verdad eso de encontrarse solo entre la multitud ocurre muy a menudo, y más que nos convertimos cada vez en personas más independientes y aunque estemos rodeados de gente, vivimos en nuestra propia burbuja..
ResponderEliminarbesos
12 minutos. Luego volveré.
ResponderEliminarya te cuento.
Muy muy muy muy muy bueno el vídeo. me ha parecido una cosa tan sutil, elegante y fantástica que hasta podría ocurrir de verdad jejejee
ResponderEliminarSi, podría ocurrir. Pero tiene lugar, creo yo, más en el reino de las fantasías que en el mundo real.
ResponderEliminarPero ojalá. Además, me gustan los finales felices, je je.
Esta genial el cortometraje, me ha encantado !
ResponderEliminarpara que palabras con la emocion y la alegria que le veo al muchacho y a ella que mas y si me dejo esa sonrisa , si lo se romantica empedernida jeje saludos muy bonito la minipeli saludos y que pases buen dia despe
ResponderEliminarEs perfecto. Refleja fenomenalmente el ambiente que vivimos muchos, cada día y lo que podría ser sólo con que alguien te pusiera una nota a través de una ventana de otro edificio.
ResponderEliminarNo me he perdido ni un segundo porque es alucinante.
Besitos encanto
Sí ¿verdad? Es deseable, ese algo que rompa el aislamiento y la soledad (en medio de la multitud)
ResponderEliminarBueno, querido Aspective, la verdad es que todavía no he sentido que los días se me repiten ni que todo es contínuamente lo mismo. Los días se me pasan a velocidad de vértigo sin darme tiempo a hacer todo lo que quiero hacer... ha pintar todo lo que quiero pintar, ha escribir todo lo que quiero escribir, ha estar con la gente que quiero, ha disfrutar del mundo que me rodea. Son tantas cosas, tantas personas, tantos proyectos... y es tan poco el tiempo.
ResponderEliminarProbablemente influye el hecho de trabajar en algo que me apasiona, algo a lo que dedico también mi tiempo libre, algo que intento contagiar a aquellos que me rodean, como una forma de amarlos a través de lo que hago.
En fin... siempre he sido y he sentido diferente, yendo la mayoría de las veces contracorriente, pero haciendo siempre lo que me apetecía o el cuerpo me pedía... quizá por eso mis días son páginas en blanco que afronto con ilusión y ganas. Cuando me acuesto por la noche lo hago feliz porque al día siguiente será otro día por hacer aquello que más me gusta y por lo que vivo.
Besazos compañero!!!!
Sonvak
Que suerte tienes Sonvak. El poder encarar así cada día es tener una fortuna tremenda, aunque hay que reconocer que mucho es tu propia actitud y mucho el "camino" que te hayas buscado por aquello de que "cada uno labra su propio destino"
ResponderEliminar