jueves

El mito de Pandora y Prometeo

Un artículo de la contraportada del diario "El Mundo" de hoy, me lleva a recordar el mito de Prometeo, héroe de la antigua mitología griega y Pandora, la primera mujer.

La fábula del mito de Prometeo nos presenta a un pobre desgraciado, titán de segunda generación, hijo de Jápeto y la oceánide Asia o de la también oceánide Clímene. Ni siquiera está claro quien era su madre (su padre bueno, pero ¿su madre…?) en fin, a lo que vamos: los titanes, fueron derrotados por los jóvenes dioses olímpicos (nada que ver con la selección) al mando de Zeus. Este venció tras una larga lucha en la "Titanomaquia" (‘Guerra de los Titanes’) y encerró a los Titanes que se le habían enfrentado en el Tártaro.

Prometeo fue un gran benefactor de la humanidad. Urdió un primer engaño contra Zeus al realizar el sacrificio de un gran buey que dividió a continuación en dos partes: en una de ellas puso la piel, la carne y las vísceras, que ocultó en el vientre del buey y en la otra puso los huesos pero los cubrió de apetitosa grasa. Dejó entonces elegir a Zeus la parte que comerían los dioses. Zeus eligió la capa de grasa y se llenó de cólera cuando vio que en realidad había escogido los huesos. Desde entonces los hombres quemaron en los sacrificios los huesos para ofrecerlos a los dioses, pero la carne se la comen. Indignado por este engaño, Zeus privó a los hombres del fuego. Prometeo decidió robarlo, así que subió al monte Olimpo y lo cogió del carro de Helios o de la forja de Hefesto y lo consiguió devolver a los hombres.

Para vengarse por esta segunda ofensa, Zeus ordenó a Hefesto que hiciese una mujer de arcilla, llamada Pandora, con figura de encantadora doncella, semejante en belleza a las inmortales, llena de gracia y sensualidad, y a quien le fue concedido el dominio de las artes relacionadas con el telar y poder adornarse con diversos atavíos. A Hermes le encargó Zeus sembrar en su ánimo mentiras, seducción y un carácter inconstante, con el fin de configurar un "bello mal", un don tal que los hombres se alegren al recibirlo, cuando en realidad estaban aceptando un sinnúmero de desgracias. Zeus le infundió vida y la envió a Epimeteo, el hermano de Prometeo, en cuya casa se encontraba la caja que contenía todas las desgracias (plagas, dolor, pobreza, crimen, etcétera) con las que Zeus quería castigar a la humanidad. Epimeteo se casó con ella para aplacar la ira de Zeus por haberla rechazado una primera vez a causa de las advertencias de su hermano Prometeo para que no aceptase ningún regalo de los dioses. Pandora terminaría abriendo la caja tal y como Zeus había previsto y todos los males escaparon, quedando sólo en el fondo de la caja la esperanza.

Zeus se vengó también de Prometeo e hizo que le llevaran al Cáucaso, donde fue encadenado por Hefesto. Zeus envió un águila para que se comiera las entrañas de Prometeo. Siendo éste inmortal, se curaba completamente cada noche, y el águila volvía a comérselas cada día. Este castigo había de durar para siempre, pero Hércules pasó por el lugar de cautiverio de Prometeo de camino al jardín de las Hespérides y le liberó disparando una flecha al águila. Prometeo fue así liberado, aunque debía llevar con él un anillo unido a un trozo de la roca a la que fue encadenado.

Los poemas presentan de distinta forma la introducción en el mundo de todos los males por Pandora. En "Teogonía", el poeta la presenta como la primera de entre las mujeres, que en sí mismas traen el mal: en adelante, el hombre debe optar por huir del matrimonio, a cambio de una vida sin carencias materiales, pero sin descendencia que lo cuide y que mantenga su hacienda después de su muerte; o bien casarse, y vivir constantemente en la penuria, corriendo el riesgo incluso de encontrar a una mujer desvergonzada, mal sin remedio.

Es, evidentemente, una fábula de la mitología griega, pero a veces me pregunto cuánto de verdad filosófica hay en ella. Creo que demasiada.

(La mayor parte de la información obtenida de diversas entradas de la Wikipedia)

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