viernes

Las mujeres en la publicidad

La publicidad tiene un gran impacto en nuestras vidas, aunque no seamos conscientes de ello. La imagen de los productos, nos viene dada directamente por esas campañas que sobre todo a través de la televisión, nos tragamos.
Sin embargo, no sólo de los productos de consumo que se venden nos trasladan la imagen. También de sitios, organizaciones, acciones, colectivos, etc. En concreto, de la mitad de la población mundial, las mujeres, nos dan una imagen bastante sesgada y sui géneris:
De las mujeres (de todas la mujeres) nos dan los siguientes mensajes:
- Por una parte, tienen un cuerpo muy delicado que necesita constantemente cremas, geles y todo tipo de productos para mantenerse medianamente bien y no deshacerse súbitamente. Sin ellos, serían ancianas a los 25 años.
- Por otra parte son el 50% feo de la humanidad: sin maquillajes, pinturas, pintalabios, champús, depilaciones, uñas, vestidos, joyería, bisutería, complementos, lencería y demás, no habría quien las mirara a ninguna hora. Deben de ser feas, muy feas, y con mucho trabajo por delante para ser visibles de forma aceptable.
- Por último, son defectuosas. Les pasa de todo. Continuamente están a punto de estropearse y necesitan de ayudas externas para seguir adelante. Como recordaba en el El País de ayer Luis Sánchez Mellado: "... Ahí estaba el anuncio: una madre y su hija debatiendo sobre una pomada para el prurito genital. Después, una que sufre en silencio las hemorroides. Luego, una chica que no evacua a gusto. Otra que tiene gases y no explota. Una propia con pérdidas ya no tan leves. Otra que no lubrica por muy lúbrica que esté. Y una santa hundida porque al marido no se le levanta." Como véis, les pasa de todo.
No me meto ya con los anuncios de bayetas, lejías, detergentes, etc. Pero desde luego no sé el concepto que los publicitarios tienen de la mujer.

miércoles

Bailar.

Según dice la gente, bailar es una actividad recreativa, divertida, algo natural y espontáneo.
Ya.
Para mí, bailar es algo raro, una actividad que debes aprender y que exige coordinación de piernas, brazos, cuerpo, expresión facial y cubata. Algo realmente difícil y, para algunos como yo, imposible. Además, con un cuerpo como el mio, con el que tienes la sensación de que eres visible desde cualquier lugar (y que además te miran con cara de incredulidad), más el marcado sentido del ridículo, bailar se convierte en un verbo imposible de conjugar.
Me gusta ver cómo lo hacen los demás, sí, pero ¿yo? imposible. Todavía cuando era joven (más joven quiero decir) allá por la época franquista o recién fallecido el dictador, el sacrificio de bailar se veía compensado con la posibilidad de arrimar la cebolleta pero ¿ahora? Si además nadie baila cerca de la pareja... (sí, se que suena carroza pero no le encuentro otro aliciente) salvo en los bailes (acrobáticos) de salón, para aprender los cuales, sin hacer el ridículo, tienes que ir a clase, aprenderte los pasos, tener sentido del ritmo, saber llevar la música y compenetrarte con tu pareja.
De todo ello, esto último es quizás lo más difícil.
Bueno..., que me lío. En el cine, hay películas maravillosas en las que se baila o que tienen el baile como protagonista. Pero para mi gusto, esta es una de las escenas más conseguidas. Es genial y cada vez que la veo, además de partirme de risa ¡¡me entran ganas de bailar!! (¿Será peligroso?)


"In & Out". Kevin Kline. Los hombres no bailan