miércoles

Gigantes olvidados

No me había dado cuenta de que hoy es 11 de marzo.
Cuando he entrado en el blog de Montse, he caído. Cinco años ya.
Cada cual recordará ese día según su vivencia personal y no creo que a nadie se le pueda olvidar. Nunca. Fue terrible, es terrible y lo será, para familiares, amigos, parientes y conocidos de las víctimas.
Sin embargo hoy me acuerdo también de algo que quizá suene raro en una fecha tan luctuosa.
No soy muy de banderas ni especialmente patriota o “patriotero”. Soy descreído, y algo cínico, en relación a la gente, a su comportamiento y su ética. Mi fe en el prójimo es muy limitada, la verdad.
Sin embargo aquel día me sentí orgulloso. Sí, orgulloso de mis vecinos, de la gente de Madrid, que es mi gente. De los bomberos, de los vecinos de Atocha, de los médicos, de los donantes de sangre, de los anónimos, de los que ayudaron, aunque fuera quitándose de en medio para no estorbar.
Vi, a todos nos contaron, esas escenas de ayuda desinteresada, de impulsos generosos, de heroicidad anónima, de trabajo incesante, un trabajo duro, amargo, penoso, indeseable, que llevaron a cabo, como unos campeones, gente que, en su día a día, posiblemente no había destacado por nada, pero que en ese momento de necesidad se crecieron hasta convertirse en gigantes.
Me he cansado de ver, año tras año, los homenajes a los bomberos y policías de Nueva York que trabajaron en el 11-S. Pero como siempre nosotros, España, madrastra ingrata, país necrófilo, homenajea, merecidamente, a las víctimas. Después las olvida y las deja a su suerte, mala suerte casi siempre. Y de los héroes, conocidos y anónimos, individuales y colectivos, nunca más se supo.
Yo no os conozco, pero no os olvido. Me hicisteis llorar de otra manera. Me transmitisteis una emoción, un orgullo, una sensación de no estar solo, de confianza, en mitad de la tragedia colectiva más grande que he conocido, que os agradeceré siempre.
Va por vosotros.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

estaba fuera de españa, y recuerdo llorar en la habitación de un hotel viendo la información por la RAI... Hasta que no hablé con mi familia fueron momentos terribles...

que no vuelva a pasar nada así y que no caigan en el olvido nunca los que fallecieron ese día!

un abrazo

Anónimo dijo...

hoy he entrado al blog de Silvia http://vitalnn.blogspot.com y pude conocer mas sobre este atentado supe de Laura vega y su estado es triste cobro vidas y condeno a otras arrebatandole todo dice un trocito de su post al cual recomiendo mucho Preocupación, rabia, incredulidad,
llamadas entrantes bloquean la ciudad
y sus calles son invadidas por regueros de personas,
en busca de saber que aportar,
y los que nos guían... ¿puedes decirme donde están?

Mónica dijo...

Algo imposible de borrar de nuestras cabezas. En España somos así, nos olvidamos pronto de las cosas...

Besos

María Marín dijo...

Y que gran verdad has contado, eso es este país nuestro, que recuerda el España - Malta pero olvida grandes cosas.

Qué vamos a hacerle. A los que nos queda un poco de sentido común nos importa y les rendimos honores personal y humildemente.

Besotes cielo.

Conxa dijo...

pues no tengo mucho que decir a lo dicho.

Y a mí personalmente, me parece bochornoso, qeu desde el principio, no la gente, pero si los estamentos politicos, no se hayan puesto de acuerdo ni para esto, en ninguna convocatoria.
Y de lo demas, pues eso, olvido.

Anónimo dijo...

Nunca he entendio muy bien que los homenajes a las victimas. A las victimas se las llora, se las echa de menos, se las venga.... pero ¿Homenajearlas?

Lo que si entiendo es que se hagan homenajes a los "heroes" (con nombre y anonimos) que aquel día hicieron lo indecible por salvar otras personas, desconocidas.

Y como tu dices muy bien, España es un país sumamente ingrato, que se come a sus propios hijos, que es capaz de levantar a alguien hasta el cielo para tirarlo a lo más profundo justo al día siguiente.

Muy buen post.

Un abrazo,

Esteban

darkmanburt dijo...

Creo que jamás se borrará este día, queda para la historia, desagradable historia, pero quedará

Liz dijo...

Un día, unas sensaciones imborrables aunque pase el tiempo.
Todos nos sentimos orgullosos de aquellos que supieron estar a la altura de las circunstancias, y después quedaron en el olvido de algunos.
Emotivo y muy cierto tu post.

Ojalá no volvamos a vivir algo así.

Anónimo dijo...

No aprendemos.. esto es España, un paraiso de analfabetismo. Clases de empatía?? No, gracias.

Anónimo dijo...

nada mas que añadir Aspective. Un aplauso para tí.

Esther dijo...

Es verdad enorgullece cuando ves que la gente se vuelca en el prójimo en un suceso como este, tan duro..Pero espero que no se olvide asi como asi..besos

Un cura dijo...

Cuanta razón llevas. Un saludo.

Montse dijo...

Es enternecedor todo el post. Es precioso y con mucha enjundia. Enhorabuena.

Ya sabes que somos de memoria frágil y al día siguiente se nos olvidan las lágrimas del día anterior.

Encanto, se me olvidó pedirte permiso para irme de viaje, pero entiéndeme. Voy de viaje con mi hija, que la pobre no conoce esa zona y yo voy a rastras, y que no me llame madrastrona, porque ya lo hice con sus hermanos y no es cuestión de hacerla de menos.

El viajar instruye, que ya lo sabes tú muy bien, así que hasta el día 23, que lo pases bien el día del papi y disfrutes estos días.

A la vuelta te leo

Besitos corazón

Anónimo dijo...

¡El inquisidor ataca de nuevo!
JE JE JE

¡Ni se te ocurra ponerme el mote que te caneo!

Un abrazo,

Esteban

Anónimo dijo...

La verdadera esencia de las personas surge en las crisis; es en dias como el 11-M que nos damos cuenta del verdadero valor de la gente, de su coraje, su honestidad y su solidaridad...