lunes

Quizás me dan algo de penita...

Frikipapas, Papaflautas… son algunos de los nombres que, de forma despectiva, se han motejado a los fervorosos peregrinos que estos pasados días han invadido Madrid durante las JMJ de agosto de 2011.

Desde luego es indignante que a estos pobres chavales que dejan parte de su pecunio y de su tiempo, en un inútil viaje en plena calorina agosteña al insufrible Madrid de agosto, les impongan motes con escarnio. ¿Pero acaso no tienen bastante con el engaño a que les tienen sometidos? ¿Por qué además de haberles lavado el cerebro haciéndoles creer en fantasmas y mitos, recibir promesas incumplibles de fantásticos premios inconsistentes a cambio de fastidiarse a base de bien mientras vivan, de hacerles renunciar a aquello que la naturaleza considera normal, tienen que recibir la burla de algunos que se creen más listos porque no creen en supersticiones y no se dejan embaucar por los delirios de una iglesia-estado más ocupada en lo terrenal que en lo espiritual?

Espero que, al menos, todos estos jóvenes se lo hayan pasado bien. Si uno es joven, hace un viaje (en ocasiones desde el otro lado del mundo) en vacaciones, en pleno verano, a un país de los más turísticos del mundo, para coincidir con más de un millón de personas de su edad, y convivir durante varios días y noches, lo menos que puede decir a su regreso es “me lo he pasado del copón”. Bueno, quizá la frase no es muy afortunada. “Me lo he pasado de la hostia”. No, tampoco. Pues sin utilizar palabras gruesas, que también estarían fuera de lugar, usaremos el modosito “me lo ha pasado muy bien”. Y a continuación el joven pasará a relatar los principales hitos de tan increíbles vacaciones:

“Joer, pues el 16 por la tarde estuve en la misa inaugural en la Plaza de Cibeles, ¡¡que ambientazo había escuchando a un tío que se jubilaba en dos días!! ¡¡Que forma de entender a la juventud!!
Al día siguiente estuvimos en el Parque del Retiro esperando para confesarnos en unos cubículos de diseño. ¡¡Que colas había!! Pero como te perdonaban, por ser la JMJ, dos pecados por una sola penitencia, había que aprovechar. Y en las colas podías charlar con gente de todo el mundo. Todos eran pecadores, pero como les iban a perdonar… no importaba.
Y al día siguiente, vino el Papa. Es un hombre nacido en Alemania, de apellido más acorde con su aspecto, Ratzinger, que lo de Benedicto, y tiene cara de película de miedo, que acojona un poco, pero así, desde lejos, parecía un "Madelman" de blanco, y creo que estábamos bien. Entre lo mal que pronuncia y nuestros gritos no entendí nada, pero fue magnífico. Actuó sin teloneros, pero no le hizo falta. El ambiente ya estaba suficientemente caldeado. Unos 40º aproximadamente.
Y al otro, en Recoletos, vimos un vía crucis, ¡¡que emocionante!! Apostamos a quien se le iba a caer la cruz, quien conseguiría llegar en menos tiempo… no gané nada pero nos divertimos un montón. Además, estaba todo tan bonito…
Al día siguiente nos fuimos a un aeropuerto a tener otra movida de discursos, eslóganes y gritos. ¡¡Que guay!! Y encima dormimos allí todos juntos, en los sacos y… bueno, fue fenómeno….
Y encima nos dejaban dormir en el suelo de polideportivos por dos chavos, nos cobraban la mitad en el metro, nos dejaron toda las calles para nosotros… fue algo mágico de verdad. “

A medida que vayan pasando los años los recuerdos fidedignos serán reemplazados, lamentablemente, por otros inventados o imaginados que sean más acordes con la personalidad que se vaya paulatinamente desarrollando. Finalmente, a sus nietos, les contará la movida que organizaron en Madrid, que debajo de los adoquines sí que estaba la playa, que ligó como en su vida con una “…..“, una “….” y una “….” (poner las nacionalidades exóticas que apetezcan), que el mundo a partir de ese día fue otra cosa y que…

Es evidentemente una visión personal, inventada y un pelín (muy poquito que me he mordido la lengua) mordaz de unas jornadas que congregaron una masa ingente de personas que invadieron Madrid, y que se irán como vinieron, dejando en el recuerdo del resto de nosotros unos pocos inconvenientes y molestias para los que veraneamos a la fuerza en la Villa y Corte y poco más.

No quiero entrar, ya me aburre, en la teórica aconfesionalidad del Estado, en ese doblar la bisagra de los elementos gobernantes e instituciones supuestamente laicas ante la Iglesia Católica, en la intromisión de esta en temas que no son de su incumbencia, en que los de siempre nos engañarán con las cifras (desde lo que Madrid ha ganado hasta lo que a Madrid le ha costado), en el perjuicio ocasionado a mentes jóvenes… Pero bueno, no es el sitio, insisto. Que en fin, que los papaflautas o los frikipapas se darán cuenta de la verdad cuando ya no haya tiempo de arrepentirse. Pero por otro lo mejor es que tampoco habrá nadie para decirles “ay tontines, vaya vida desperdiciada, pero ya te lo avisé…” Y sobre todo, nadie se dará cuenta de nada…



(Todas la imágenes han sido tomadas de la "Fotogalería" del diario El País)

1 comentario:

Princesa dijo...

Y lo peor de todo es que el año que viene más..., pero peor. Les toca en Rio de Janeiro, ciudad pionera de lujuria y pasiones desenfrenadas. Miedo me dan los resultados de las próximas jornadas, con unas olimpiadas y un mundial por organizar..., también hay que sumarle las JMJ, ufff, que Dios les pille "confesaos" (y nunca mejor dicho). Nos vemos invadidos por Brasileños emigrantes temporales y por el amor de Dios, hasta que todo acabe y si no...., al tiempo. Gracias por el buen rato.