miércoles

Fría mañana

Al llegar esta mañana a mi destino, cierta localidad de la sierra madrileña, una sensación de bienestar me ha invadido. La luz, aún tempranera, daba un matiz suave. La atmósfera, límpida, bajo un cielo intensamente azul, sin una sola nube, realzaba la realidad del entorno dotándolo de un brillo especial. El aire, soplaba fuerte, helado, vivificante, contribuyendo a asentar el convencimiento de que sí, continúas vivo.
Paseando sin prisa me acerco al portal y al traspasarlo, toda la magia desaparece. Estoy en la Administración de Hacienda para entregarles los documentos solicitados. No me han devuelto lo que me correspondía y a cambio me han instado a proporcionarles miles de piezas de convicción más, casi todas imposibles de encontrar o, sencillamente, inexistentes.
Comienzo el billar. Realizo las necesarias carambolas, rebotando de mostrador en mostrador, hasta conseguir información, impresos, más impresos, aclaración de dudas (el bolígrafo, cotizadísimo tuve la inspiración de llevarlo)… hasta que finalmente consigo alcanzar el momento del examen:

- ¿DNI? – Aquí
- ¿Impreso 5x34/7-B relleno y por duplicado? – Tenga
- Le falta firmar este – Ooopss. Solucionado
- ¿Foto del abuelo, en blanco y negro, virado a sepia, con barba? – Tome.
- ¿Gayumbos del día que hizo la declaración? – Estos, pero los he lavado…
- Uff, no sé si valdrán. Bueno traiga…
- Copia de la página 17 de ABC de hace tres meses. – Mire, además, el original
- No, originales no cogemos. - ¡Ah! Pero también tengo copia
- ¿Certificado de notas de su hija mediana del curso pasado?- Tenga
- …

Después de chorrocientos requisitos más, me sella un par de trozos de papel higiénico color azul e impresos con algo y me espeta que ya me avisarán. Por algún efecto acústico entiendo que “ya le crujirán”. Y encima no me dicen si he aprobado el examen.
Salgo a la calle y el día es frío, desapacible, inclemente y me estoy meando. Busco un bar para desayunar y hacer cambio de aceite y todos están cerrados. Como es una localidad turística no abren hasta después, hasta que yo me haya ido. Paso delante de un cajero, meto la tarjeta, se descojona de mi y voy rebajando la cantidad hasta que finalmente negociamos el reintegro en 10 euros. Sigo buscando el bar y en la penúltima esquina encuentro algo parecido. Tiene pizarras con la oferta y los precios, pero ningún cartel. Entro. Me quedo quieto, mirando. ¿Me habré confundido? Solo hay mujeres. Exactamente veintidós mujeres. Ningún hombre. Se produce un silencio total en el local, y todos los ojos se clavan en mí, aunque no sé si realmente es verdad o solo una sensación. Hago amago de salir creyendo que me he introducido en una secta o la consulta de un ginecólogo, pero de repente, de detrás de la barra, sale un camarero. Aliviado me dirijo hacia él y le pido un café. Es gay. No me extraña. La verdad es que una mujer me encanta. Dos mujeres deben de ser la hostia, pero en manada, acojonan. Desayuno sin mirar a nadie, leyendo el periódico sin enterarme de nada, y salgo jalando para el coche. Al fin llego a la cálida, confortable, rutinaria oficina.

sábado

Cuatro canciones que escucho hoy

Hoy llevo todo el día oyendo y tarareando estas dos canciones (muy bajito, eso sí, no sea que me oigan):















Y mi mujer descubrió esta versión del Canon de Pachelbel que me encanta, sobre todo a partir del 40", cuando lo "destroza" de una forma genial:







Y por último una de mis favoritas del peculiar cantante hawaiano Israel Bruddah Iz Kamakawiwo'ole desgraciadamente fallecido en 1997:





miércoles

Problemas estructurales. Diego y el váter

Está claro que necesito un asesor que me explique como debo de tratar ciertos temas con mi hijo. Cada día me deja más despistado. Esta mañana viene muy compungido y me dice:

- Papá estoy muy enfadado.
- ¿Con quien hijo?.
- Con las niñas del cole.
- ¿Y por qué?
- Porque cuando voy al baño están siempre intentando verme la “colita”…

Yo me esperaba algo de Bakugan o Gormitis, pero me voy a tener que acostumbrar a que las preocupaciones de mi hijo vayan habitualmente por otro lado. Y me enfrento como siempre al dilema del tono con el que tengo que responder a sus inquietudes. Si le digo lo de “aprovecha que ya cambiarán las tornas” su madre me cuelga. Seguro. Pero importancia al tema tengo que darle porque al chaval le preocupa, así que intento abordarlo con visos de normalidad:

- Bueno hijo, no tiene importancia. Es la curiosidad de conocer algo diferente a lo que cada uno tiene. Seguro que tus amigos y tú también intentáis ver el culo a las niñas cuando van al baño ¿a que sí? –digo, esperando haber dado con el tono y argumento adecuados-
- No
- ¿No? -pregunto realmente extrañado- ¿Y por qué?
- Porque siempre tienen el culo dentro del váter
- Aaaahh.

O sea, que no es falta de curiosidad, si no imposibilidad estructural. Vamos a tener que hablar con los diseñadores de inodoros para evitar estos inconvenientes, que pueden llegar a traumatizar a los niños que no logran obtener la contrapartida a su lógica curiosidad…
Cada vez que viene serio a hablar conmigo… tiemblo. Necesito asesoramiento ¡ya!

martes

Así afecta el frío a la salud

Estudios recientes llevados a cabo en el Reino Unido muestran que por cada grado que cae la temperatura por debajo de los 18ºC las muertes aumentan en cerca de un 1,5%. Y no sólo debido a resfriados o gripes. Con el frío aumentan también los infartos y derrames cerebrales. Las personas más vulnerables a estos cambios suelen ser los ancianos y los sujetos con sistemas inmunes comprometidos.



Este fenómeno se debe a que cuando el cuerpo se expone a temperaturas muy bajas pierde más calor del que es capaz de generar, y los vasos sanguíneos de la piel se contraen para conservar la temperatura corporal. La composición de la sangre también cambia con el frío. Así, el corazón tiene que trabajar con más fuerza para bombear la sangre a través de los vasos contraídos, a la vez que los cambios en la concentración sanguínea aumentan el riesgo de coágulos y de los problemas que provocan.



En cuanto a los resfriados y otras infecciones, el aire frío afecta el modo en que el tracto respiratorio nos protege de enfermedades, ya que produce una mucosidad más densa que es menos efectiva para deshacerse de los patógenos intrusos, como los virus.



Por si fuera poco, también hay evidencias que sugieren que virus como el de la gripe se vuelven más agresivos cuando hace frío. Los científicos han descubierto que en temperaturas bajas el virus desarrolla una capa dura y flexible, una especie de recubrimiento robusto que incluso es resistente a los detergentes. Una vez que el virus entra al tracto respiratorio esta capa protectora se derrite para poder infectar con facilidad a su nuevo huésped.



Los expertos recomiendan que en estos días es clave mantener la temperatura de nuestros hogares en entre 18ºC y 21ºC. Si pasamos más de dos horas a 12ºC esto provocará un aumento en la presión arterial, lo cual a su vez incrementa el riesgo de un infarto o derrame cerebral.



En casos de frío extremo, los dos principales peligros son la hipotermia y la congelación. Los principales síntomas de la hipotermia o temperatura corporal anormalmente baja, ante los que se recomienda acudir al médico, son cansancio, confusión, pérdida de memoria, torpeza manual, somnolencia y pronunciación de las palabras muy lenta. En cuanto a la congelación, se manifiesta por una pérdida de sensibilidad y coloración en zonas como la nariz, las orejas y los dedos de las manos y los pies. Si no se remedia a tiempo, puede dañar permanentemente las zonas afectadas. Por eso se recomienda llevar siempre ropa de abrigo adecuada para las bajas temperaturas.




Visto en: Muy Interesante. 08-01-2010

lunes

Recibido por e-mail:


“La simplicidad es un tesoro infinito.
Si no puedes alcanzar lo que anhelas,
conténtate y disfruta lo que tienes".



domingo

Buenos deseos, que no propósitos

Aunque ya es día 10, el nuevo año para mi no comienza hasta mañana, en que se reanudan trabajos, colegios, atascos... Cuando vuelve la vida normal.

El año que acabó son ya recuerdos. Recuerdos que habrá que dejar reposar y coger cuerpo para soberearlos en el futuro, despacio, tranquilamente, poco a poco.El año que acaba de comenzar es como un regalo sin abrir, como un libro sin empezar. Puede que no te guste lo que contenga pero está lleno de promesas y posibilidades.La realidad será como siempre una mezcla de luces y sombras. Que ojalá sean más las primeras y obviables las segundas. Esperemos que el 2010 sea un buen año para todos.

sábado

Reir en sueños

Pululando por la red, llego al blog de Aberrón, para mi gusto uno de los más interesantes, amenos y entretenidos (no descubro nada que no sepáis ya casi todos) y leo su entrada sobre el hombre que habla en sueños. Os la recomiendo encarecidamente pero sobre todo por los comentarios dejados por los lectores. Te partes de risa.
Esto me ha recordado que cuando era adolescente, mis padres me contaban que yo hablar, no hablaba en sueños pero que cada noche les despertaba a todos los de la casa riéndome a carcajadas. Además dicen que eran tremendamente contagiosas. Jamás me enteré, ni recordaba haberlo hecho, ni por supuesto tampoco supe de qué me reía. Es una pena, pues nunca vienen mal los motivos para reírse...
Mi mujer, de vez en cuando, habla dormida aunque no suele ser nada inteligible. Sin embargo una noche dijo algo como "nkjdnfernkj cerrar el grifo" y acto seguido, y con una puntería envidiable agarró mi nariz y la giró... como cerrando un grifo.
Efectivamente me cercioré de que estaba dormida porque si no...

jueves

Sobre la lotería

Oficialmente ya ha acabado la Navidad. Echando un vistazo a estos días, y como sigo tan pobre (¡que coño,, muchísimo más después de Reyes!) pienso en la oportunidad perdida con la lotería de Navidad. En la Administración que lo vendió, pequeñita, cutre, sin haber dado ningún premio importante jamás, estuve comprando mis décimos durante diecinueve años. Pero me mudé y ya no lo hago.
Sí, sé que dentro de eso había, además, que acertar con el número de entre los muchos que tienen, pero por algún lado había que empezar ¿no?
También recordé que antes, en aquellos lugares en los que había sucedido una catástrofe o gran desgracia colectiva, subían espectacularmente las ventas de lotería pues se suponía que el sorteo beneficiaría a esas zonas devastadas.
Este año, la lluvia de premios, comenzando por el "gordo", que ha caído en Madrid ha sido increíble. Y yo me pregunto si nuestra catástrofe se llama Esperanza Aguirre o será Ruiz Gallardón. Irá por gustos...