viernes

Por la calle

Es viernes, hay una luz en Madrid que lo convierte casi en bonito, y la temperatura es agradable.

Te encaminas a la oficina, el atasco no es especialmente malo y además logras aparcar a menos de un kilómetro de tu destino. Perfecto. Sales del coche y te diriges al edificio. De repente, y gracias a las gafas de sol extraoscuras, eres consciente de que esa chica con la que te cruzas te ha mirado, eso sí con esa forma especial de mirar que tienen las tías y para la que no necesitan mover la cabeza; debe de ser visión periférica. Te das cuenta de que eso se repite un par de veces más.

No te dejas dominar por el pánico, pero... "Houston, tenemos un problema". Empieza el proceso; Mode “chequeo urgente” ON

- Cremallera del pantalón: subida

- Posibles fisuras/roturas en las costuras del pantalón: inexistentes

- Etiquetas sin cortar: no localizables

- “Elementos extraños” pegados a la barba/bigote: ausentes

- Colgajos en espalda, culo, o cualquier otra parte trasera (usar escaparates como retrovisor): no detectados.

- Manchas incómodas e inexplicables (usar escaparates como espejo): inexistentes

- Otras manchas de origen desconocido: ilocalizables

- Pelos, corbata, cinturon... en su sitio

- Elementos caídos al suelo/perdidos: no detectados
….

Mode “chequeo urgente” OFF

Desconcertado ante el resultado negativo del chequeo, que se ha realizado en cero coma siete segundos, buscas una explicación alternativa.

¡Ya está! Seguro que te encuentran parecido con algún famoso de la TV (¿no estaba saliendo
Bud Spencer en unos anuncios últimamente…?)

¡¡Dios mío, que mala es la falta de seguridad en uno mismo…!!

domingo

Dust in the wind (Polvo en el viento)

Esta canción de Kansas pertenece a su album "Point of Know Return" lanzado en 1977. Alcanzó su máxima popularidad en 1978 llegando a ocupar en el mes de abril los primeros puestos entre los 100 "sencillos" más populares y vendidos en los Estados Unidos. En España también llegó a lo más alto de las listas de éxitos.
Me compré el "LP" nada más salir y aún conservo el vinilo. Supongo que esta canción en concreto estará casi desgastada. En junio del 78, cuando yo tenía 18, murió mi padre y mi gusto por esta canción se hizo casi obsesivo, escuchándola continuamente, a todas horas, pues su letra refleja, con una extraordinaria melodía, y un solo de violín y guitarra memorable, la futilidad. De la existencia, de la vida, del amor, de todo lo que nos rodea que tan pronto está con nosotros, inundándonos, como desaparece de repente haciéndonos recordar que todo, todos, somos sólo eso: Polvo en el viento.



Os dejo las letras en inglés y español para seguir la canción.

I close my eyes
Only for a moment, then the momen't gone
All my dreams
Pass before my eyes, a curiosity
Dust in the wind
All they are is dust in the wind

Same old song
Just a drop of water in an endless sea
All we do
Crumbles to the ground, though we refuse to see
Dust in the wind
All we are is dust in the wind, ohh

Now, don't hang on
Nothing lasts forever but the earth and sky
It slips away
And all your money won't another minute buy
Dust in the wind
All we are is dust in the wind
All we are is dust in the wind

Dust in the wind
Everything is dust in the wind
Everything is dust in the wind
The wind

CIERRO MIS OJOS
SÓLO POR UN MOMENTO Y EL MOMENTO SE HA IDO
TODOS MIS SUEÑOS
PASARON ANTE MIS OJOS, UNA CURIOSIDAD
POLVO EN EL VIENTO
SÓLO SON POLVO EN EL VIENTO


LA MISMA VIEJA CANCIÓN
SÓLO UNA GOTA DE AGUA EN UN INTERMINABLE MAR
TODO LO QUE HACEMOS
SE PULVERIZA AL SUELO, AUNQUE NOS NEGUEMOS A VER
POLVO EN EL VIENTO
SÓLO SOMOS POLVO EN EL VIENTO

AHORA RESISTE
NADA DURA PARA SIEMPRE EXCEPTO LA TIERRA Y EL CIELO
SE NOS ESCABULLE
Y TODO TU DINERO NO COMPRARÁ OTRO MINUTO

POLVO EN EL VIENTO
SÓLO SOMOS POLVO EN EL VIENTO
POLVO EN EL VIENTO
TODO ES POLVO EN EL VIENTO.

viernes

Un padre divorciado.

Esta semana, en el blogguercedario, el tema era "Es todo un reto". Este fue mi post:

Un padre divorciado

Hace unos años me divorcié.

La decisión la tomé yo. Nadie me animó ni la asumió en mi lugar. No hubo terceras personas, ni gritos, ni peleas. El amor, que supongo existió alguna vez, no residía ya en ningún rincón de mí. No había proyectos comunes, ni gustos compartidos, ni ratos de intimidad. Yo notaba que estaba mucho más a gusto sólo que con ella. Y después de mucho dudar, de infinitas horas de pensar, de vencer miedos y reticencias, me decidí. Pensé, ingenuo de mi, que lo que hacía era separar mi vida de la de hasta entonces mi mujer, pero no.

Fue en ese momento cuando, por una letra, por una simple consonante, pasé a ser un ciudadano de segunda categoría. Yo no era madre. Sólo era padre. Y aunque no es lo mismo, evidentemente, desde un punto de vista físico, había creído con candidez, con inocencia, que para mis hijos, para su crecimiento, su educación, su madurez, un padre sería algo valioso. Tengo capacidad y deseo darles amor, cariño, mimos. Educarles.

Pero no. Como divorciado varón soy automáticamente encasillado en varios grupos indeseables: soy un potencial maltratador, aunque la última vez que pegase a alguien tenía 12 años y además me sacudieran a mí. Soy también un posible pedófilo en potencia, lo que imposibilita que mis hijos, sobre todo las niñas, vengan a despertar a su padre en la cama o se queden dormidas en mis brazos. Evidentemente soy moroso seguro y para ello se han dictado unas normas que me llevan directamente a la cárcel, solo con la denuncia, si un mes se ha dado mal y me retraso en el pago; soy autónomo y no gano siempre lo que quiero, sino lo que puedo. Cuando estaba casado eso se entendía y ese mes se apretaba uno el cinturón. Cuando se daba bien, pues algún extra caía. Pero ahora no. Sea buen mes o mal mes, se dé como se dé, tengo la espada de Damocles sobre mi cabeza. Sólo puedo ser educador de fines de semana alternos y de alguna hora perdida entre meriendas y deberes, un par de días laborables, anodinos, de entre semana.

Ándate además con cuidado, pues si se te ocurre hacerles cualquier regalo, como te gustaba hacer antes, te acusan de intentar comprar el cariño de los niños. Piensa todo lo que haces o dices pues todo será escrutado milimétricamente y podrá ser usado contra ti, donde sea.

Y te has ido. Con una mano delante y otra detrás, a empezar de cero. Porque todo lo que se compró con tu sueldo, trabajando las horas que hiciera falta, se queda en la casa. Y la casa se la queda tu ex mujer. Da igual que tú aportaras mucho más a la economía familiar. Da igual que ella decidiera tomarse un par de años sabáticos cuando nacieron los hijos siendo tú el único soporte económico. Ya nada es tuyo. Con la excusa de que debe de quedar para las niñas, no te puedes llevar nada. Como si en tu nueva casa, que intentas encontrar con lo que te resta de sueldo, no lo fueran a disfrutar también. Y que la casa sea “digna” pues sino lo consideran así también te podrán negar los derechos de visita de los niños. Porque eres sospechoso. De todo.

Buscas un nuevo trabajo, pero ¿quién te va a contratar si adviertes que martes y jueves y los viernes alternos te tendrás que ir como un reloj a recoger a tus hijos? Si haces como todos los matrimonios normales, si haces como tu ex, y encargas que los recojan quien pueda (abuelos, vecinos…) no ves a tus hijos y además te pueden quitar el derecho de visita, porque es un deber para con ellos, no un derecho tuyo, pese al nombre. Y no hay nuevo trabajo.

E intentas encontrar una nueva casa digna, subsistir con el trabajo que por fuerza te ha de dejar esas tardes libres, y convertir en hogar un sitio nuevo, desconocido y vacío.

Poco a poco te enteras de tus derechos. Ninguno. Alguien decide por ti a que colegio irán, si necesitan o no ortodoncia, hablarán con el profesor de turno que a ti ni te conoce, las notas las sabrás si te las cuentan. Ya no eres nadie. No sabrás siquiera si han ido al médico porque nadie tiene porqué informarte. Si has tenido suerte y algún mes se da económicamente bien y decides que puedes hacer una escapada de dos días a Eurodisney aprovechando una oferta, te enteras de que tienes que pedir permiso por escrito para sacarlos del país. Pedir permiso por escrito porque también eres un potencial secuestrador de tus hijos.
Y como no decides, cada temporada recibes una nota de gastos. De gastos extraordinarios que tienes que pagar aunque no estés de acuerdo con ellos. Alguien también ha decidido por ti, sobre su vida y sus necesidades y tú, simplemente, cotizas.

Es cierto. Hay padres lamentables, deleznables e incluso peligrosos. Pero si dijera que todas las mujeres son putas porque existen las prostitutas, me lapidarían. Si expusiera que todos los inmigrantes son ladrones porque alguno hay, me llamarían racista y me condenarían. O si osara decir que los vascos son terroristas porque existe el terrorismo, sería insultado y condenado al ostracismo. Pero ser padre cae fuera de esta regla. Como alguno hay, todos podemos ser y como más vale prevenir que curar, todos al paredón.

Yo sólo quería una nueva oportunidad para ser feliz. Pero volver a levantarse, siendo un padre divorciado, casi un apestado, es un verdadero reto.
-oOo-
Quiero aclarar que esta historia, que estos sentimientos y sensaciones fueron, son, los míos. Son reales. Mi separación tuvo lugar en 1997. Es posible que hoy algunas cosas sean distintas. No lo sé. El tiempo ha pasado, los niños han crecido y la mayor hoy vive conmigo. Ha sido su decisión, tomada cuando la ley se lo ha permitido. Vuelvo a estar casado. Afortunadamente, las cosas no son ni parecidas.

jueves

Historia de dos cerebros (por Mark Gungor). Monólogo

Monólogo humorístico sobre las diferencias entre el cerebro de la mujer y el del hombre. No sé la antigüedad que tendrá pero yo lo acabo de conocer. Está genial. Son 10 minutos de risas y sonrisas continuas, porque dice la verdad y nos reconocemos todos ahí. Está en inglés (se entiende muy bien) con subtítulos pero si podéis dejar el sonido, mucho mejor por sus ruidos, énfasis, etc. De verdad que os lo recomiendo.


viernes

Más de Diego

Últimamente los mejores ratos me los hace pasar el “peke”. Con sus cinco años y su forma de ver el mundo, cada día me sorprende y me hace reír. Como tenemos tantos kilómetros en coche, sin nadie más, sin TV, sólo con la música de fondo te cuenta cosas y te deja con la boca abierta.

Esta mañana, desayunada un bocata de nocilla, su favorito, y me comenta:

- Papá, aborrezco la nocilla.
- Diego, será que te encanta. Aborrecer es cuando algo no te gusta nada de nada.
- Pues eso, me encanta. Me pone los “pelos duros”, como cuando veo a una chica guapa…
- ¡Ah!, a eso se le llama ponerse la piel de gallina. (“¿Los pelos duros?, ¿estás seguro de que son los pelos, hijo?")

Ayer, al ponerse el pantalón del uniforme, recién lavado y planchado, le pregunto por los bultos de los bolsillos: sacó dos “Bakugan” y dos “Gogos” (no se los dejo, oficialmente, llevar al colegio porque el cole lo prohíbe, pero hago la vista gorda cuando se lleva uno, máximo dos, de acuerdo con el profesor, como pequeña rebeldía)
- ¿Qué te llevas al colegio? Sabes que no se puede…
- Papá, había cogido dos Bakugan…
- Pero llevas cuatro muñecos
- Es que, no sé cómo, me he encontrado dos Gogos en los bolsillos. Se habrán escondido ellos ahí…

Ese día no se llevó ninguno, pero yo casi me atraganto de la risa.

De verdad que es una detrás de otra y con todas me parto. Lo siento, soy un papá bastante baboso ¿verdad?

domingo

No vive aquí.

Estaba blogueando por ahí, de enlace en enlace, y he llegado a un post que, no sé porqué, me ha hecho retrotaerme en el tiempo hasta finales de los 70, y acordarme de una chica preciosa, siempre pegada a una guitarra que acariciaba con su larga melena al inclinarse para cantar, con voz imperfecta y quebrada, pero como nadie, estas canciones de John Denver. Con ella pretendí, y no conseguí, ser algo más que un buen amigo suyo.
Perdí muchas clases, di muchos paseos, ( y supongo que pagaría muchas fantas, aún sin tener dinero), mientras escuchaba sus quejas y penas por el chico que le acababa de dejar. Curiosamente, mi amigo.
Pero el tiempo pasa y es cruel con todos. Tuve la oportunidad de encontrármela muchos, más de veinticinco, años después. Hablamos. Casada, infeliz, tres hijos, un trabajo de mierda y una vida que no le gustaba. No conocía, ni conozco, al marido pues nuestras vidas habían tomado rumbos distintos hacía demasiado tiempo. Pero esa infelicidad se reflejaba junto con el peso de cada uno de los días transcurridos, en su cara, en su imagen, en su postura, en su actitud de derrota.
Nos separamos y no hemos vuelto a encontrarnos. No vive aquí.
Los recuerdos son, a veces, más dulces que la realidad.








sábado

Cambios

Es sábado, recién estrenado, y de alguna forma acaba la semana. Quedan dos días pero están en otra dimensión, en un universo paralelo, y no se tocan con la realidad de sus cinco hermanos. Para mí termina, ha terminado, hoy. Un conjunto de días distinto a los demás, diferente, una semana atípica. Han pasado muchas cosas, buenas y malas. Nada que ver con la línea de encefalograma plano que caracteriza a muchas jornadas, meses y hasta años. Ha sido quizás, algo más parecido a una montaña rusa que finalmente te deja agotado.

Cambios laborales con una buena perspectiva, al parecer, de continuar algo más de tiempo y a la vez, el despido de un compañero, uno más, no singular, no especial, pero que marcha incrédulo hacia la mayor empresa del país.

Cambios en este extraño mundo irreal de las palabras en las pantallas con, supongo, gente detrás que las escribe. Una buena amiga se enfada, se va, desaparece y no sé el porqué y otra buena amiga, gaditana ella, consigue que me retuerza de risa hasta caerme. (Gracias).

Cambios en las ideas, donde aquello de lo que estás total y absolutamente seguro y convencido por la mañana lo pones en tela de juicio por la noche hasta dudar de todo.

Cambios de humor y de estado anímico. Lees, ves, oyes o compartes algo que te pone de un excelente talante y parece enfocar el día de manera radiante y luminosa y luego lees, ves, oyes o compartes otro algo que te induce a caminar con precaución para no pisarte la moral.

Cambios en la salud, para bien y para mal, nada grave, de los que te rodean.

Cambios en los amigos y parientes que van y vuelven y viajan. Y el mundo sigue girando aunque tú estés parado, quieto, sin avanzar hacia ninguna parte.

Constancia de lo que tienes y evidencia de lo que te falta. Añoranza de lo que fue e incredulidad ante lo que quizás no vendrá. Pero todo sigue en movimiento.

Son muchos, demasiados cambios para un periodo tan corto, aunque se haga, a veces, eterno, como una semana.

miércoles

El periódico 'Le Monde' se burla de 'lo bien que vive' la Familia Real española


El pasado lunes el periodista Jean-Jacques Bozonnet publicaba en el diario francés Le Monde un artículo controvertido sobre el nivel de vida de la Familia Real española en un país azotado por la crisis. El artículo se mofaba de que el Gobierno ha congelado el sueldo a la Casa Real por primera vez en la historia, y que únicamente tienen 8,96 millones de euros para 'gastos de bolsillo'.

El periodista Jean-Jacques Bozonnet comenzaba su titulado 'Viajen como reyes', ironizando con los gastos de la Familia Real española "en un país devastado por la crisis, donde casi uno de cada cinco ciudadanos está en paro, no está bien aparecer como un privilegiado salvo que se juegue en el Santiago Bernabéu".La dotación global que proviene del Estado Español a la Casa Real en los últimos diez años ha aumentado un 3,5% cada año, sigue el artículo, con un pico del 4% en 2004 por la boda real de Felipe y Letizia.El rotativo galo sigue ironizando y se pregunta si los Monarcas españoles tendrían que viajar a partir de ahora en clase turista, ya que no sería la primera vez, recordando aquella vez en la que la Reina Sofía viajó a Inglaterra en Ryanair.En fin, el artículo termina preguntándose si realmente la Familia Real se podrá seguir permitiendo este tren de vida en un país sumido por una crisis mucho más aguda que la de sus vecinos. En este sentido Bozonnet comenta que no será difícil ya que la mayor parte de los gastos, viajes, coches, aviones, etc de nuestra Familia Real corre a cargo del Estado, con lo que los más de 8 millones de euros es el dinero que tendrán para sus gastos de bolsillo. "Pero el prestigio no tiene precio", continúa el artículo, "es ésta sin duda la moneda con la que el Rey paga al contribuyente, por desgracia, pero éste éxito no bastó para llevarse la candatura de Madrid 2016". "Pero es que un rey no está sometido a la obligado de un resultado", concluye.

Sin comentarios.



La ciencia española no necesita tijeras


domingo

Cosas que (le) pasan

Hay blogs de muchos tipos. De hecho, hay muchos, muchísimos blogs. Y, de vez en cuando, en tus paseos por los enlaces de los enlaces de los enlaces, tienes la suerte de dar con alguno que, cada uno en su estilo, es una joya.
Os quiero recomendar "Cosas que (me) pasan". Es un blog personal, con el día a día, reflexiones, anécdotas, etc. de su autora "Molinos".
Es muy divertido, algo ácido, con una visión de la mujer-madre-ama de casa-trabajadora, que comparten tantas mujeres, expuesta de una forma muy amena y bastante original. Pasaos y os divertiréis, os identificaréis u os sentiréis incluidos en las críticas. Pero de buen rollo.

sábado

A nuestra manera

A través de Fogonazos, llego a esta entrada de El País de ayer:

Un cigarro convertido en antorcha llega a la capital

El cigarro fue encendido frente a las ruinas del templo de Hera (Olympia, península del Peloponeso, Grecia), siguiendo el mismo ritual con el que se enciende cada cuatro años la llama olímpica (que no es eterna). Mediante un sistema de espejos, 16 mujeres (supuestamente vírgenes) con una indumentaria que recuerda a la época helénica, crean el fuego y prenden la llama que después se transporta, con un sistema de relevos y sin que se apague, hasta la ciudad que acoja los Juegos. (…)
Pero mientras tanto, el artista gallego Rubén Santiago (Sarria, Lugo, 1974), se ha encargado de que el fuego olímpico llegue a Madrid. No con una antorcha, pero sí con ese cigarrillo que fue encendido en el mismo templo de Hera, con el mismo sol y siguiendo los mismos métodos olímpicos. Eso sucedía el pasado 12 de septiembre. Después de su ceremonia vino un viaje de siete días en coche, 3.900 kilómetros, ocho países y 750 cigarros consumidos de todas las marcas encontradas en el trayecto ("todo por mantener el fuego vivo", comenta Rubén). Durante ese tiempo, el fuego original permaneció incandescente en una cadena continua en la que cada nuevo cigarrillo era encendido con los restos del anterior, manteniendo una cadencia similar a la del relevo de atletas que el olimpismo moderno ha hecho universalmente reconocible.(…)

Cigarros. Puros. Uno cada cuarto de hora. Vamos que el coche debía parecer Londres con el smog de sus “buenos” tiempos. ¿Se vería algo a través del parabrisas? Y el cenicero del coche del tamaño de un barril de cerveza. Y por lo menos dos personas en turno de 12 horas encendiendo cigarros sin parar… Pura ecología.

Si esta forma de trasladar la llama olímpica llegó a oídos del COI, ya sabéis por qué los juegos se celebrarán en Brasil. Los tíos comenzaron a hacer paralelismos: en lugar de la llama encendida en el pebetero del estadio, un tío con un mechero Bic; los disparos de los jueces de salida, unos buenos petardos valencianos; ¿la cinta de llegada? dos viejas con una cuerda cáñamo. Etc. etc.

Y se acojonaron.

Tenemos que cuidar la imagen un poco más. Y la salud.