miércoles

Va Bush y dice...

El próximo 4 de noviembre serán las elecciones norteamericanas para la presidencia. Como sabéis no son siempre en el mismo día, pero sí que siempre son el primer martes después del primer lunes de noviembre. Finos que son los norteamericanos. La elección de una fecha tan rara se basa en el origen rural de una nación en la que los campesinos debían desplazarse hasta unos alejados sitios para votar. Los primeros días de noviembre, con la cosecha ya recogida y los caminos todavía en buen estado, eran una buena época para ello. Y al ser un país en el que la religión tenía y tiene, un gran peso, se optó porque las votaciones tuvieran lugar un martes, para evitar que la gente se viera obligada a viajar en domingo.
En la que llaman la primera democracia del mundo, el sufragio no es universal. En primer lugar debes de estar censado - además de pagar por ello- y para censarte debes de cumplir una serie de requisitos que terminan por lograr que el porcentaje de votantes con respecto al censo sea realmente ridículo. Luego, no se elige directamente al candidato, ni siquiera a un partido, si no a un compromisario que se "compromete" a votar por el candidato de ese partido. Y estos compromisarios, que componen el Colegio Electoral, eligen por separado, y por mayoría de votos del Colegio electoral, al presidente y al vicepresidente, pudiendo llegar a ser, cada uno, de un partido distinto (creo que esto no se ha dado nunca).
La inversión en campaña es tan exorbitante que, aunque el candidato sea archimuchimillonario, (tipo James Carter) queda el vencedor tan atado a los compromisos adquiridos a cambio de las donaciones para la campaña, que no se debería haber molestado en hacer un programa electoral. Para qué, si ya le dirán lo que tiene que hacer.
En estas elecciones se enfrentan dos tipos: un desconocido que puede ser el primer presidente de color (negro, por si había dudas sobre el color) y otro desconocido, pero menos, colega del actual presidente, y ex héroe de Vietnam.
Y el gran problema es lo que nos jugamos. El que salga elegido será quien determine a qué guerras, o “procesos de paz” debemos ir, cuánto nos van a costar sus hipotecas “sub-loquesea” y, en general, qué está bien y qué está mal. Y esto es la realidad nos pongamos como nos pongamos. La elección del presidente de los USA nos influye, en lo importante, tanto o más que la del nuestro. Y algo tan serio no se puede dejar en manos de los americanos. Sin embargo, no nos dejan votar. Deberían dejarnos votar ya que se decide nuestro futuro ¿no creéis?.
A mi, particularmente, lo que más miedo me da es el tiempo que transcurre desde la elección hasta el 20 de enero siguiente, fecha de la jura del cargo por el nuevo. Durante este tiempo, el actual presidente George W. Bush, en opinión de la mayoría de los propios americanos “el peor presidente de la historia” tendrá que tomar cruciales decisiones sobre la economía mundial de las que nadie le pedirá cuentas ya que él no deberá llevar adelante estos acuerdos. Y que no haga ninguna barrabasada más, por favor. Si pierde el partido republicano y el nuevo presidente no es de su “onda”, los que mandan de verdad en la sombra, se pueden sentir tentados de “hacer rápidamente y mientras puedan” cualquier cosa. Como dice el chiste “virgencita, que me quede como estoy”. Y hablando de chistes, y para terminar con este despropósito, os dejo uno sobre Bush.
Mi única duda es si realmente es un chiste:

George Bush va a un colegio de primaria para hablar sobre la guerra.
Después de hablar, le dice a los niños que le pregunten lo que quieran.
Un niño levanta la mano, y Bush le pregunta que cómo se llama:
- Bob.-
-¿Y cual es tu pregunta, Bob?
-Tengo 3 preguntas:
Primera: ¿Por qué EE.UU. invadió Irak sin el apoyo de la ONU?
Segunda: ¿Por qué es usted el presidente si Al Gore tuvo más votos?
Y tercera: ¿Qué pasó con Osama Bin Laden?
Justo después de esto sonó la sirena del recreo.
George Bush les dijo a los niños que continuarían después del recreo.
Cuando acabó el recreo, George preguntó:
-¿Por dónde íbamos? Ah!, es verdad, el turno de preguntas. ¿Alguien quiere preguntarme algo?
Un niño diferente levantó su mano.
George lo señaló y le preguntó que cómo se llamaba.
- Steve.
- ¿Y cuál es tu pregunta, Steve?
- Tengo 5 preguntas:
Primera: ¿Por qué EE.UU. invadió Irak sin el apoyo de la ONU?
Segunda: ¿Por qué es usted el presidente si Al Gore tuvo más votos?
Tercera: ¿Qué pasó con Osama Bin Laden?
Cuarta: ¿Por qué la sirena del recreo sonó 20 minutos antes de la hora habitual?
Y quinta: ¿Donde esta Bob?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la economia esta jodida y luego las miles de vidas que ha tomado esta guerra contra IRAK por sus decisiones todos lo hemos dicho es el peor presidente en la historia de norte america y yo tambien tengo 7 preguntas para Bush ... las dos ultimas son donde esta bob? y donde esta Steve?

Anónimo dijo...

Pues yo estoy seguro de que no es un chiste, o si lo es, habrá pasado alguna otra vez una ocsa similar de verdad. Lo que pasa es que mi opinión no cuenta porque no me gustan mucho los americanos (viví 2 años allí asíq ue hablo con cierto conocimietno de causa).

Un abrazo,

Esteban

POST DATA - Gracias por tu comentario a mi último artículo. Que se pasa de "de rollo" nada. He aprendido un montón de cosas.

Montse dijo...

La verdad es que estoy saturada de elecciones pero espero que en cuanto salga elegido el que sea, se ponga a hablar con los árabes para negociar que sus "jaireles" vuelvan a rellenar las bolsas y la economía mejore, porque mientras tanto, de culo y contra el viento.

Besitos encanto